Abre los ojos y sigue buscando, ¿sabes leer entre líneas?

domingo, 24 de junio de 2007

Abajo, oh, abajo

Acomplejado por los distintos sucesos que me han deparado el destino, decidí acudir a un profesional, un ser superior, tomé la desición de pedirle consejos a Samuel "el extremo".
"Alguien que hace una cosa así, ni siquiera vale estas líneas". Y le hice caso. Anda a nadar al pozo más cercano.
En la desesperación, cuida tus pisadas y fíjate en el bastón usado. La otra vez iba por ese túnel completamente negro, a ciegas, cuando vi esa famosa "luz al final del túnel". Casi muero atropellado por esa mierda de auto. Afortunadamente hace un par de días me encontré con una linterna que me ha permitido ver un poquito.
No se confíen niños.


Canción recomendada para esta oportunidad: River Of Deceit - Mad Season
Para ti: Passive - A Perfect Circle

domingo, 17 de junio de 2007

Perspectiva

Caminando con Poteito por el centro una mañana, ya saben ustedes esas típicas caminatas con él los días de semana, tuve uno de esos encuentros esperados. Aquellos encuentros que sólo se dan en ese contexto y que hacen que un lunes, sea un lunes. Era una de esas amigas, mejor dicho, conocidas que no veías hace tiempo, que no te cae bien pero tienes que tener una relación simpática por alguna razón o motivo social. La amiga de tu amiga, la polola de tu amigo, la hija del colega de tu padre. La mayoría de las veces una persona que preferirías que viviese en la Antártica.
Todo parte por ti: -Hola ¿cómo estay?
-Hoooooolaaaaa(luego te abraza cínicamente y te ves obligado a oler ese perfume de moda, tan fuerte que te mata tres millones de neuronas de una inhalada), ¿Demasiado bien y tú?
-Bien también, ¿Qué cuentas, qué ha sido de tu vida?(así es, algo conoces del manual de Carreño)
-Me ha ido demasiado bien, cacha que ayer tuve uno de los mejores días de mi vida. En la mañana fui a cuatro museos y vi diez exposiciones distinas, de no sé quién, pero eran así super lindas, super artísticas. Luego fui al restorán más típico de la ciudad y me pedí ese plato de hojas de enrredadera con sabia de árbol y caca de paloma, que según todo el mundo es el mejor plato que hay. Después fui a construir mediaguas y fue bacán, porque conocí como a diez minos es que te morí lo ricos. Una vez terminado eso, me fui al parque forestal con una cámara fotográfica y me saqué como tres rollos de puras fotos artísticas de esas en blanco y negro, que luego subí a mis seis fotologs y dos blogs nuevos que me hice esa misma tarde. Luego fui a Bellavista a la disco más de moda y más alternativa de la ciudad y lo pasé bacán. Pusieron mi canción favorita de dark-reggetón-alternativo, esa en donde Robert Smith canta con Daddy Yankee. Después me agarré a siete guachones y me puse a pololear dos veces, pero terminé porque no me amaban. ¿Y tú, qué hiciste?

-Yo también tuve un buen día, me tomé una cerveza.



Canción recomendada para esta oportunidad: Idioteque - Radiohead
Para ti: The Patient - TOOL

miércoles, 13 de junio de 2007

Respiros

Está en mi mismo, y quizás en todos nosotros, la capacidad de ser cautivados por algo, lo que sea. Un momento preciso en el que nos volvemos etéreos y dejamos la magia fluir y jugar dentro nuestro. Un momento de iluminación brindado por un par de acordes, una canción, por un paisaje, un texto, una persona o un instante específico. Tu misma esencia tocada por algo tan simple pero complejísimo a la vez, el arte divino. La felicidad concreta.

Si bien la dificultad para recordar emociones y sensaciones nos hacen olvidar estos momentos, no hay nada mejor que su reencuentro. Cuando el destino se hace tu aliado y decide hacerte un pequeño favor, sublime. Un atardecer infantil, un cielo sureño, una toalla caliente después de la ducha o un pan con palta al despertar. Una caricia en el lugar más sensible, que solo tú conoces.

Reencuentros que te recuerdan quién eres y porqué, tus miradas disparadas al aire que chocan con la misma tierra que está bajo tus pies.







Canción recomendada para esta oportunidad: Follaje en el invernadero - Los Tres

Para ti, no hay distinción.

domingo, 10 de junio de 2007

Ayer no, mañana quizás, pasado nunca

"Sólo el tiempo y no la negación, elimina definitivamente las posibilidades".

Todos tenemos cosas pendientes. No conozco a nadie en un estado superior que escape a este hecho. Del momento en que nacemos, nuestro universo de posibilidades es infinito, somos todos una hoja en blanco donde es posible dibujar cualquier cosa. Azul, rojo, negro o cualquier color puede ser derramado sin problemas sobre ese claro e inocente lienzo sin mayor remordimiento o sentimiento de culpabilidad, la vida misma. No nos vamos a dar cuenta del concreto inmovilizador que se nos viene encima hasta que nuestra capacidad de movimiento se ve totalmente anulada, una estocada por la espalda o el regalo más esperado, todo de parte del tiempo. Si logras ser su aliado, la dicha es contigo.
Pierde cuidado, no todo está perdido. El sin número de posibilidades en tus manos se ha visto reducido, pero, jamás perderá su carácter infinito. Está en TUS manos hacer algo al respecto, darte cuenta y actuar. O morir.
Es ahora tu oportunidad. Sal a hacer ejercicio, ya que mañana puedes no tener tus piernas, anda a patearle la raja a quien odias, porque puede ser que en las próximas horas alguien más le vuele el trasero a golpes, ve y vence el orgullo, mañana podría ser que no haya con quien compartir. Basta de mentiras autoconvincentes.
Dirigido a ti, lector pasivo, con intenciones abundantes pero lento como el remordimiento del inconsciente. No dejes que las horas terminen contigo, tu tiempo es ahora.


Canción recomendada para esta oportunidad: The Court Of The Crimson King - King Crimson
Para ti: Pet - A Perfect Circle

lunes, 4 de junio de 2007

Rojidad humanitaria

Había sangre por todos lados, el típico olor a hierro se había transformado en un dulce aroma a sandía, el intimidante rojo era ahora un deleite para los sentidos. Alivio. Pena.
Era un zancudo, o una garrapata, o una sanguijuela, o una combinación de las tres. Esos parásitos que salen de la mierda, que van adquiriendo tamaño y forma poco a poco hasta ser algo, cualquier cosa. En un principio intentas eliminarlo de alguna manera fácil y rápida pero no lo logras, dos o tres intentos, y finalmente te rindes, "¿Qué daño podría hacer esa cagá chica?" piensas. Así es que lo dejas estar, despreocupándote y restándole importancia, incluso para tu sorpresa, en esas tardes de domingo aburridas se convierte en tu única compañía, entreteniéndote con su pequeñas patas y su forma más bien rechoncha. Como tú en algún momento de tu vida, en tu nacimiento por ejemplo.
A medida que pasa el tiempo, tu nueva compañía en las horas solitarias va creciendo -"si solo hace un par de días medía dos centímetros"-, te alegras un poco por este hecho, a la vez que te das cuenta de otros fenómenos. Descubres en tu cuerpo pequeñas cicatrices y costras, pero no te preocupas y les das más bien un carácter inofensivo. Te gusta.
"Chúpame entero, los dos lo disfrutamos, aún me queda mucho por dar."
Simplemente no te das cuenta de lo que está sucediendo hasta que ya has perdido dos litros de vida, te enfermas y tienes a tu lado a una asquerosa bola negra y pegajosa, un parásito obeso a punto de estallar. Bastó con que apoyaras tu índice para que reventara a causa de la excesiva presión interna y externa(claro, como no, si tu dedo debe pesar al menos tres toneladas).
Así son las cosas, un parásito siempre va a ser un parásito. Ahora te toca limpiar tu propia sangre y sabemos muy bien lo difícil que va a ser quitar toda esa porquería.
Había sangre por todos lados.

sábado, 2 de junio de 2007

Carta en la mente

Hace poco me acordé de la existencia del correo, ha pasado bastante tiempo ya desde que revisé ese viejo y oxidado buzón por última vez. Así que cuando me percaté que no quedaba espacio ni para un grano de arena, no me alarmé. Una masa de papel amarillento era lo único que se distinguía a primera vista; la textura más bien áspera y la superficie arrugada causada por el tiempo y la acumulación, delataban mi falta de preocupación por esa caja de metal roñoso y su contenido. Pero esto no siempre fue así. Hubo tiempos, cuando el buzón brillaba y yo era amigo del cartero, en que estaba pendiente, e incluso esperaba impaciente, de cualquier cosa que pudiese llegar. Un par de cuentas, una que otra citación a tribunales, una carta de mamá, un catálogo de electrodomésticos, un tratamiento psicológico por correspondencia, etc.
Sin tan solo el mal nacido del cartero no hubiese saboteado mi correspondencia…no cabe duda que eso influyó. Nunca entendí porqué me hizo eso tampoco, qué quería de mi, qué ganaba él con todo esto. Debí recurrir a las autoridades, pero mi conocimiento acerca de su inutilidad me hizo abstenerme. ¡Revisando mis cartas el bastardo! Y eso era lo de menos, también cambiaba los destinatarios de mis cartas enviadas, por lo que era común que mi madre recibiera el cheque para pagar la luz, que a mi jefe le llegaran los cariños a mi mamá, que mi a enemigo le llegaran mis secretos destinados a mi amigo y que a mi amigo abriera una carta con trampas al cerebro que no iban dedicadas a él. Un pasado boicoteado que ya no puedo cambiar. Dejándote en un callejón sin salida.
Ahora recuerdo…no fue coincidencia que me haya percatado del correo, efectivamente estaba esperando una carta muy importante, algo para mí urgente. Desesperado desenredo esa masa, separo las cuentas vencidas y las amenazas de muerte, llegando finalmente al papel buscado. Leo la carta una y otra vez y no logro entender: ¿Quién es Noia? ¿Porqué estoy recibiendo cartas destinadas a Noia?¿Está esta tal Noia, detrás de todo esto?¿Ella es la causante de todos mis problemas? Creo haber escuchado ese nombre antes…
Lo que pasa es que hace tiempo comencé un tratamiento psicológico por correspondencia, ustedes ya saben que en estos días uno no tiene tiempo de nada y el correo se convierte en el único medio de lograr este tipo de cosas. Luego de un par de años de tratamiento a través de las cartas, contestando una infinidad de preguntas y haciendo miles de exámenes, debía llegarme el resultado de todas estas pruebas. Eso esperaba, la carta final y respuesta al tratamiento, el veredicto, la sentencia. Pero la carta carece de sentido, ¿porqué mi problema va a estar destinado a una tal Noia? Alguien metió manos en el asunto, el cartero volvió a hacer lo mismo de nuevo, esta vez sobrepasó mi límite, cuando lo vea le voy a arrancar un brazo. Un momento. No pudo haberlo hecho solo, esto es un trabajo hecho por profesionales del sabotaje, deben ser al menos veinte personas o aún más. Quizás es la compañía de teléfonos, o la policía, pudo haber sido también el gobierno, o incluso alguien más importante. Probablemente fuiste tú.
Si, fue alguien grande, sólo alguien de mucho poder pudo habérmelo hecho. Todo en la carta está perfecto, el sello que indica si la carta ha sido abierta estaba sin ni un rasguño, el logo del instituto de psicología era el original, las apoteósicas firmas de los psicólogos y psiquiatras tratantes eran las mismas de antes, todo calza. Lo único que no tiene sentido y no encaja son esas veintiuna letras grandes y separadas que están en medio del papel:
“S U P R O B L M E M A E S P A R A N O I A.”