El banco

El ahorro de innumerables experiencias en el banco más vulnerable que podías encontrar, guardadas en una bóveda que es más fácil cerrar que abrir. Un banco ineficiente que se atrasa cuando requieres lo tuyo, y te lo entrega no solo mucho tiempo después, sino que en el momento menos esperado, cuando menos necesitas lo antes pedido. Esto afecta directamente tu integridad y boicotea tus capacidades, haciéndote tu trabajo más difícil, casi imposible. Después de todo, eres un humano, o al menos eso te gustaría que te dijeran. Si, tu halo cayó hace mucho.

Como no es un banco cualquier, no se rige con reglas cualquiera. Tú eres el propio guardia, el cajero y el ejecutivo que te miente para que pidas un crédito, tú eres el cliente, el limpiador de baños y el tipo que lleva los cafés. Acá la tasa de interés es muy alta o muy baja, para las cosas de poco o mucho valor respectivamente. "Una gran oportunidad de inversión y préstamos" dirían algunos desafortunados, ignorando que siempre y sin excepción, el interés en este banco va a jugar en contra de quien deposite aunque sea el vuelto de las últimas flores que compró. Tu misma inocencia te hace culpable en este juicio que jamás podrás ganar contra este banco, tu banco.

Sólo tienes un par de años y no sabes cúantas décadas llevas pagando tu deuda, y es justo en ese momento, cuando entiendes que no vas a terminar de pagar nunca y que sólo te queda vivir intentando dejar eso que queda por retribuir a un monto lo más cercano al cero posible. Si es que quieres vivir.

De otro modo ni en la calle podrás caer.

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